Por primera en la historia milenaria de la Iglesia Católica, el papa rezó este viernes en solitario ante la inmensa plaza vacía de San Pedro y dio la bendición y la indulgencia plenaria al mundo por la pandemia de coronavirus que lo azota.
Se trata de un rito inédito durante el cual dio la bendición “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) a todos los fieles y que fue retransmitido por televisión, internet y radio a las 6:00 p.m. en Roma (mediodía en Colombia).
La bendición permite a los más de 1.300 millones de católicos obtener la indulgencia plenaria, es decir, el perdón de sus pecados, en un momento tan difícil, con medidas de confinamiento que afectan a más de 3.000 millones de personas.
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